¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE?
No ha sido definido, se el primero en definirlo
DEFINELO TU MISMOPero estas palabras estan cerca:
Rep. Dominicana
Ago  
4
 2010
Digase cuando a una persona, lugar o negocio le cae una vaina mala y no precisamente del cielo. No ta saliendo bien de un lio y le aparece otro o le pasan varios sucesos negativos uno atra de otro o to junto. mejor dicho: se le caen lo palito.
Aplicable a ciertos tipos de personas indeseables.
Tambien:
Las carcomas son el nombre común que reciben las larvas de varias especies de coleópteros que perforan madera. Digase comejen, termita, etc.
1.
-Diablo loco, y que fue? a Tiger Woods le cayó carcoma.
-Oh si loco, a ese tipo le han salio como 100 mujere dique que taban enreda con el.
2.
- Manin , y que fue lo que le paso al negocio de kiko?
-Yo no se ese negocio taba picando bien.
-Como que le cayo carcoma.
-Diablo si loco. Lo deportán, el mensajero lo tumbó con el deposito, la mujer le pego lo cuerno con un enano, el jueve la yipeta se la debarató una voladora y ahora el unico hijo que tenia lo queman en la pelota y se juyó con un pájaro.
3.
-Andar diablo hay viene ete tipo a sofoca.
- diablo si, ese tipo donde quiera se aparece a cobrate.
-Mejor que me caiga carcoma y no eta sal. Voy a tene que dame un baño.
4.
El borracho que no puede ve que ten haciendo coro en un sitio que se tira pa ya a da show y termina debaratando el bonche.
5.
El grillo que agarrate una ve en un jumo Y que ahora te sale en to' lo' lao y se la luce cuando tu ta con tu mujer.
Rep. Dominicana
Rep. Dominicana
(Loyola Frente al malecón) Ete e un colegio onde se puede encontrar un sin numero y diversa variedades de gente tales como:
*comemierda pork tiene de dond daselo (hijo de gnt dl gobierno, de aduana, extranjero, etc)
*comemierda y no tiene pa daselo pero sigue siendo comemierda pork se junta con gente.
*comierda que tiene de donde daselo, vease mas arriba,
*gente estupida que se queda pa segunda convocatoria en este anio, mas de media promocion,
*alumos que se dan a profesores
*alumnos que no son comierda
*alumnos que pork cantan se creen la ultima cocacola del desierto,
*unos jet privados y/o aerolineas aereas con todo tipo de servicio y rompe leather, toditos unos comimierdas... y con menos de un cc de realidad y humildad en su cerebro.
Porque si fueran lo del Carol Morgan, ay podmos hablar...pero POR DIOSSSSSSSS "El Loyola"...... que no e el mimo d ante... donde salian verdaderos hombre y muejres de bien.
Ahhh!!! se olvidaba, en este colegio tambien hay gente que cambian gente... y se dice que vienen de asia....como china o eso sitio...uffff!!!! cuidao con el Loyolaaaa.
Ej 1>
A: - Locooo y cuanta ggente se quedaron pa la segunda convocatoria???
B: - Ohhh muchacho...mas de la mita de la promocion.
A: - Mielda pues utd son uno vacano.
B: - No ombe e k somo bruto.
Ej 2>
A: - Mi daddy tiene una villa en Casa de Campo y yo tengo una Range Rover por cumplir 18 anios.
B: - Eso no e na... mi tio e Donald Trump y me regalo un terreno en Cap Cana.
A: - ()Sisss ta bn.
Rep. Dominicana
España
Persona que vive o ah naciodo en la ciudad Castro del Rio en España.
Un castreño no te llama al móvil: te hace perdidas para que le llames.
Un castreño no se cae: se da una ostia.
Un castreño no se enamora: se queda to pillao.
Un castreño no trata de convencerte: te raya.
Un castreño no concierta una cita con sus amigos: queda con los colegas.
Un castreño no es valiente: tiene huevos u ovarios.
Un castreño no se lanza: se embala
Un castreño no se emborracha: se coje una mamada del copón!.
Un castreño no es que no entienda: no lo pilla.
Un castreño no va al carrefour: va al Eroski.
Un castreño no te da la espalda: te manda a tomar por culo.
Un castreño no acaricia: mete mano.
Un castreño no molesta: da la chapa.
Un castreño no pasa la noche en vela: se va de gaupasa.
Un castreño no bebe cerveza: bebe Kalimotxo.
Un castreño no trabaja: curra.
Un castreño no va de botellón: hace litros.
Un castreño no se impresiona: flipa!.
Un castreño no tiene ganas de hacer pis: se mea la ostia!
Un castreño no corre a toda velocidad: va follao.
Un castreño no se dispersa del lugar: se pira.
Un castreño no se keda dormido: se keda sobao.
Un castreño no se ríe a carcajadas: se parte el culo.
Un castreño no es presuntuoso: es un flipao.
A un castreño no le da verqüenza nada: le da palo.
Un castreño no es un buen tío: es el puto amo.
Un castreño no falta a clase: hace pira. Un castreño no hace algo mal: la caga.
Un castreño no habla claro: lo dice todo a la puta cara.
Un castreño no tiene grito de guerra: somos castreños cagüen dios!!! Aupa ahiiiii!!!.
Un castreño no está estresado: está hasta los cojones!!!
Un castreño no ve un/a chic@ fe@: ve a un cardo, un feto, un tronxo, un txorongo....
Un castreño no se enfada: se china.
Un castreño no dice cosas sin sentido: y si las dice es que se a fumao algo.
Un castreño no vuelve enseguida: tarda cero coma (0,).
Un castreño no juega al señor del 3(esta mas pasao..): juega kinitos.
Un castreño no dice que te fastidies, dice: te jodes!!
A un castreño algo no le parece guay, suele decir: bua tato! que pasote!
Un castreño no dice que su amigo es tonto, canta: Tenemos 1 amigo subnormal!! tenemos 1 amigo subnormal!!...
Un castreño no dice que algo esta bien, dice: al pelo marcelo!
Un castreño no dice que 1 tio esta weno, dice: ese tio tiene 1 polvazo pa acerle un hijo, o en su defecto que tiene 1 autógrafo…
Un castreño no dice que eres la mejor: eres la puta jefa!.
Un castreño no dice que algo es a medias: es a mei.
España
Rep. Dominicana
Cantante que puso de moda varias cosas en la Republica Dominicana el afeitarse la cabeza completa y cantarle a los santos tambien sele apoda el brujo por sus canciones de santeria. Nacio en 1937 pelio en la revolucion de Abril del 1965 y es Reserva Nacional.
Cuco Valoy recibió se educación musical en el Conservatorio Nacional de Música de la República Dominicana especializándose en teoría musical.
Sus estudios fueron la base de la cual partieron todas sus inovaciones musicales. Así mismo, Valoy obtuvo los concimientos necesarios para ofrecer a sus hijos una educación musical.
Su mayor anhelo era hacer de la música un negocio de familia. Su sueño se convirtió en realidad ya que a lo largo de su carrera su familia ha participado activamente en sus producciones musicales, especialmente su hijo Ramón Orlando.
Cuco Valoy es un talentoso músico que toca una variedad de instrumentos entre los cuales se destacan la guitarra, el piano y el bajo. Valoy también es un percusionista, especializándose en la tambora, un instrumento afro-dominicano esencial en el merengue.
Al culminar sus estudios, Cuco formó su primera agrupación musical llamada Los Ahijados junto a su hermano Martín Valoy. Cuco era el vocalista principal y el guitarrista de esta sensación dominicana. Esta orquesta tocaba música afro-cubana y fue la primera de su clase en surgir en la República Dominicana.
En su búsqueda de nuevos horizontes, Valoy se separó de Los Ahijados para en 1975 formar la fabulosa orquesta "Los Virtuosos" con la cual se convirtió en leyenda. El nombre de la orquesta se inspiró en el título de un libro que Valoy utilizaba para darle clases de piano a Ramón Orlando. La combinación de la voz y los conocimientos de Cuco con las ideas modernas de Ramón resultó en un éxito rotundo llevando a su orquesta al panorama internacional, especialmente en Colombia.
Esta agrupación de 13 integrantes no se limitaba a un solo género musical ya que tocaban merengue, salsa, cumbia y otros ritmos tropicales.
Durante una gira en Panamá, un aficionado se acerco a Cuco y a son de broma dijo que la orquesta parecía una tribu debido a su color de piel. A Valoy le gustó el concepto de la tribu y comenzó a referirse a la orquesta como tal. Dentro de poco tiempo la orquesta pasó a llamarse oficialmente La Tribu.
En resumen, Cuco a producido música junto a su orquesta por más de 20 años.
A lo largo de su exitosa carrera Valoy ha compartido escenarios con figuras tales como Machito, Celia Cruz, Johnny Pacheco, Johnny Ventura y Oscar D'León, entre otros.
El ha podido asimilarse fácilmente a este diverso elenco estelar debido a su habilidad de interpretar cualquier género musical latino añadiéndole líricas jocosas y excitantes.
Cuco Valoy incluye en su repertorio merengue, salsa, swing latino, son montuno, pop, y cha-cha. Entre sus más reconocidos éxitos se destacan El Brujo, Juliana, Nació Barón y Los Frutos del Carnaval.
Cuco Valoy ha participado en numeroso festivales internacionales y ha sido aclamado en el Caribe, Centro y Sud América ganándose varios premios y reconocimientos. Quizás la premiación más importante para Cuco tuvo lugar en Colombia, en donde se le otorgó por 4 veces consecutivas, la máxima distinción musical que recibe un artista por su música, el premio Congo de Oro.
Valoy es una leyenda hispana y un verdadero embajador de la música afro-latina que se ha ganado el cariño y respeto de su público y sus colegas por sus creativas expresiones musicales.
Algunas de sus canciones:
Juliana,
Nacio varon,
No me empuje,
Corazon de acero,
Los frutos del carnaval,
El brujo,
Anaisa,
El milloncito,
Ay amor!,
Si supieras,
Micharen,
Sisi y Ricardo,
El muerto,
Mendigo de amor,
Amor para mi.
Rep. Dominicana
México
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".
La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.
El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.
Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).
El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.
La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.
Octavio Paz - Octavio Paz
De El laberinto de la soledad
México
México
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".
La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.
El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.
Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).
El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.
La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.
Octavio Paz - Octavio Paz
De El laberinto de la soledad
DENOTANDO FRAUDE - Me chingaron
ROBO - Me (la/lo) chingaron
IGNORANCIA - Sepa la chingada
AMENAZA - Te voy a chingar
PRESUMIR - Soy el más chingón
DISTANCIA - Hasta la chingada
DESPRECIO - Vales para pura chingada
CELOS - Con quién chingados estabas?
INCONFORMIDAD - Son chingaderas!! Ya ni la chingan...
PETICION - Vete a la chingada
CALIFICATIVO - Chingaquedito
HOSTILIDAD - Y tú quién chingados eres??
FRUSTRACION - Ah que bien chingas!!!
TERMINAL - Ese ya chingó a su madre
INCERTIDUMBRE - Y no nos irán a chingar??
ORDEN- chingatelo
CERTEZA - Ya nos chingaron
ADVERTENCIA - Síguele y te va a cargar la chingada
INCOMPETENCIA - No sé que chingados hacer.
DISCRECION - Chingao
ENOJO - Que vaya y rechingue a su madre
COMPASION - Que fea chinga le metieron
TRIUNFALISMO - Ya chingué
DERROTISMO - Me chingué
HUMORISMO - Está bien que chingues pero... a tu madre la respetas!!!
DESPEDIDA - Vámonos a la chingada
CHISME - ¿Supiste a quién se chingaron ayer??
ADMIRACION - Tá chingón!!!!
ANTIMODERNISTA - Que chinguita con los celulares
INCREDULIDAD - Ah!! chingá, chingá, chingá!....
ABURRIMIENTO - Pos ah, que la chingada
DENOTANDO UN ERROR - Está de la chingada
México